El pasado 28 de abril de 2025, España vivió el mayor apagón eléctrico de su historia reciente, afectando también a Portugal y el sur de Francia. Este evento dejó sin suministro eléctrico a más de 60 millones de personas durante casi 23 horas, paralizando infraestructuras críticas como hospitales, redes de transporte, telecomunicaciones y servicios de emergencia.

Impacto en las pequeñas y medianas empresas (pymes)

Las pymes fueron especialmente vulnerables durante el apagón. Sectores como el comercio, la hostelería y la industria alimentaria sufrieron pérdidas significativas debido a su alta dependencia del suministro eléctrico y la falta de recursos para mitigar el impacto. Por ejemplo, muchos negocios se vieron obligados a cerrar o a operar únicamente con pagos en efectivo ante la caída de los sistemas electrónicos.

Las pérdidas económicas totales se estiman entre 1.000 y 4.500 millones de euros, lo que representa aproximadamente un 0,1–0,2% del PIB anual de España . Aunque algunas grandes empresas pudieron continuar operando gracias a su internacionalización y recursos tecnológicos, muchas pymes carecían de generadores de respaldo o planes de contingencia, lo que agravó su situación.​

Causas y vulnerabilidades del sistema eléctrico

El apagón se originó por una pérdida súbita de 15 gigavatios de potencia, equivalente al 60% de la demanda eléctrica del país, en apenas cinco segundos. Aunque las causas exactas aún están bajo investigación, se ha descartado preliminarmente un ciberataque o fenómenos meteorológicos extremos. La falta de interconexiones eléctricas con el resto de Europa, conocida como la «isla energética» ibérica, ha sido señalada como un factor que complicó la recuperación del sistema.

Lecciones y recomendaciones para las pymes

Este evento ha puesto de manifiesto la necesidad de que las pymes adopten medidas para mejorar su resiliencia ante futuras crisis energéticas. Algunas recomendaciones incluyen:​

  • Inversión en sistemas de respaldo: Adquirir generadores eléctricos o sistemas de almacenamiento de energía para garantizar la continuidad operativa durante cortes de suministro.​
  • Digitalización y diversificación: Implementar soluciones tecnológicas que permitan operar de forma remota y diversificar canales de venta para reducir la dependencia de infraestructuras físicas.​
  • Formación y concienciación: Capacitar al personal en protocolos de emergencia y fomentar una cultura empresarial orientada a la prevención y gestión de riesgos.​
  • Colaboración sectorial: Establecer redes de apoyo entre empresas del mismo sector o región para compartir recursos y estrategias en situaciones de crisis.​

El apagón del 28 de abril de 2025 ha sido un llamado de atención para las pymes españolas, evidenciando la necesidad de adoptar medidas proactivas que nos permitan enfrentar con mayor fortaleza futuros desafíos energéticos.